Y es que con el pasar de los años y las
múltiples visitas que he hecho que le he tomado tanto cariño y amor a ese
mágico lugar donde te olvidas de todo, donde el clima es agradable en cualquier
estación del año, donde vives alegremente, donde conoces gente buena, donde el
trato es más que amable, donde puedes escuchar tanto buena música, excelentes
historias y chistes al por mayor, casi todos de vivencias locales pero que al
escucharlas no puedes evitar la carcajada y adoptar la frase para futuras
ocasiones.
La comida, es otro de los lujos que te puedes
encontrar ahí, no serán manjares pero saben como tal, la bebida…..bueno que les
digo, eso nunca hace falta de hecho hasta sobra, pero lo más importante para mi
es la compañía, el rato ameno, la
libertad y tranquilidad que ahí se respira.
Para mi mala fortuna solo puedo ir cada año por
cuestiones de trabajo, pero hay días y temporadas en las cuales añoro y deseo
estar nuevamente en tan fabulosa tierra. Quien me conoce diría que es raro, que
yo no soy de rancho y que soy más de ciudad, posiblemente tengan razón, digamos
que en un principio no era mucho de mi agrado, hoy en día todo ha cambiado, las
ganas de regresar están presentes de manera constante. Tan solo al llegar las vacaciones se me hacen
eternos los días para emprender el viaje, la sonrisa y el buen humor me
acompañan durante todo el trayecto y justo cuando voy pasando la caseta de
Puebla ya se puede ver el Popocatépetl y parte del Iztaccíhuatl. Las ansias se
apoderan de mí, un poco por lo cansado del viaje pero en mayor parte por las
ganas de ya estar en San Luis Chalma, muy cerca de Izucar de Matamoros, en el
mero estado de Puebla.
El tiempo corre rápido, pero uno hace todo lo posible
para que los días duren al máximo, de verdad nunca creí que esto me fuera a
pasar, el enamorarme de un lugar donde yo puedo sentirme relajado, tranquilo,
feliz y estimado. Hago completamente de todo, mientras me inviten a conocer, a
salir, a comer, a platicar y disfrutar de todo lo que para mí fue desconocido
pero maravilloso. Un lugar donde estoy seguro y si la vida me da tiempo será mi
lugar predilecto en la tierra que por lo pronto es un encantador lugar para
pasar un buen retiro.
Yo lo llamo……mi rinconcito en el cielo.
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